Prefectura de Fukui: costas salvajes, castillos entre la niebla y templos ancestrales
Situada entre Kioto y Kanazawa, asomada al mar de Japón y rodeada de montañas verdes, la Prefectura de Fukui es uno de los secretos mejor guardados del país. Aquí conviven castillos que flotan sobre mares de niebla, pueblos samurái, acantilados dramáticos, templos ocultos y espacios naturales casi vacíos. Es un destino perfecto para viajeros que buscan Japón sin multitudes, auténtico y profundamente sereno.
Por qué destaca la Prefectura de Fukui
Fukui es famosa por el castillo flotante de Ōno, que en las madrugadas frías aparece suspendido sobre un mar de niebla. También alberga uno de los castillos originales más antiguos del país, Maruoka-jō, y paisajes costeros únicos como los acantilados de Tojinbō y las playas del mar de Japón.
El patrimonio religioso es impresionante: desde el enorme Eiheiji, centro del budismo zen sōtō y uno de los templos más influyentes de Japón, hasta el curioso “templo de los gatos” de Echizen, convertido en refugio felino. Además, Fukui conserva restos de la ciudad samurái de Ichijōdani, un enclave histórico excavado que permite caminar por auténticas calles del siglo XVI.
La prefectura combina montaña, costa, espiritualidad, pueblos históricos, aguas cristalinas, naturaleza exuberante y experiencias al aire libre como tirolinas, senderos forestales o campamentos frente al mar.
Cómo orientarte en la prefectura
- Fukui City: base urbana, museos y conexión con el Shinkansen.
- Ōno y Katsuyama: castillos, templos zen y paisajes interiores.
- Echizen: templos, artesanía y costa escarpada.
- Maruoka: castillo histórico y zonas rurales.
- Wakasa: playas, miradores y carreteras panorámicas como Rainbow Line.
- Ichijōdani: ruinas samurái y paseos por un valle histórico.
Fukui es historia samurái, templos silenciosos y paisajes entre montañas y mar sin multitudes.

