Prefectura de Nara: origen espiritual de Japón y paisajes sagrados de montaña
En el centro de la península de Kii, la Prefectura de Nara es la cuna histórica de Japón: un territorio donde templos ancestrales, montañas veneradas y valles tranquilos conservan la esencia del país. Desde los cerezos legendarios del Monte Yoshino, que florecen en capas rosadas cada primavera, hasta los antiguos pueblos de Asuka y las planicies de Soni cubiertas de hierba plateada, Nara mantiene un paisaje cultural transmitido durante más de 1.300 años. A ello se suman ríos de agua pura, cascadas consideradas sagradas y montes que inspiraron poemas del Manyōshū, creando una prefectura profundamente ligada al espíritu japonés.
Por qué destaca la Prefectura de Nara
Nara es historia viva. Sus montañas, Yoshino, Ōmine, Takami, han sido lugares de culto, peregrinación y leyendas desde la antigüedad. En Asuka se conservan vestigios de la primera capital del país, mientras que en la llanura de Yamato las “tres montañas sagradas” simbolizan la poesía y mitología tempranas. Los festivales estacionales, como la quema ritual del Monte Wakakusa, recuerdan tradiciones que perduran desde hace siglos.
Cómo orientarte en la prefectura
- Yoshino: cerezos y montaña sagrada.
- Asuka: arqueología y primeras capitales.
- Nara rural–Ōmine: ríos puros y naturaleza agreste.
- Llanura de Yamato: templos antiguos y paisajes históricos.
Nara es el corazón espiritual e histórico de Japón, modelado por montañas sagradas y paisajes eternos.

